Valentía, decisión, seguridad y satisfacción fueron los conceptos que más se destacaron ayer al término de la Fase Aire del Curso de Asalto Vertical para Soldados Conscriptos, la cual consistió en aplicar las técnicas de embarque, autodescenso a 25 metros de altura y fast rope a 15 metros de altura desde un helicóptero Cougar AS-352 de la Brigada de Aviación Ejército (BAVE) en Rancagua.
Sin embargo, previo al ejercicio final, la emoción y nervios predominaba entre los más de 30 soldados conscriptos –en su segundo año del Servicio Militar Obligatorio y pertenecientes al Batallón de Paracaidistas N. °1 “Pelantaru” y la Compañía de Policía Militar de la Brigada de Operaciones Especiales “Lautaro” –, sensaciones propias de quienes se embarcan por primera vez en un helicóptero. Para el Soldado Conscripto Matías Orellana M., las claves para superar los nervios fueron los metódicos y constantes entrenamientos “en cada una de las canchas que debimos afrontar para prepararnos, junto a las enseñanzas y acompañamientos de cada uno de nuestros instructores.
Agradezco mucho la oportunidad y experiencia que se nos dio en el batallón con este curso”. El Sargento Segundo Andrés Mellado V., uno de los instructores de esta primera versión del curso, destacó “la determinación y fortaleza de cada soldado al momento de descender desde el helicóptero y tanto o más importante aún, sus ganas de aprender y crecer personal y profesionalmente”. Por su parte, el Soldado Conscripto Daniel Ruiz N., quien se inscribió voluntario al Servicio Militar Obligatorio para cumplir un sueño que tenía desde niño, “esta experiencia fue increíble.
Desde el minuto que subí al helicóptero me enfoqué y repasé mentalmente el entrenamiento en las canchas y cada orientación de mis instructores. Era el momento para aplicar todo lo aprendido”. Y es que el curso, planificado y ejecutado por la Escuela de Paracaidistas y Fuerzas Especiales, diseñó una malla rigurosa en donde primó la seguridad y la progresión de aprendizajes y, así, garantizar una adquisición de los conocimientos necesarios, por parte del alumno, para la aplicación correcta de las técnicas y tácticas en la Fase Aire del curso.
En ese sentido, el Soldado Conscripto Benjamín Mayorga U., explicó que “al momento del autodescenso me enfoqué en mi mano guía para controlar la bajada por la cuerda. Estoy feliz de haber terminado el curso de esta manera, desde un helicóptero y aplicando técnicas y tácticas militares”. Agregó además que, “sin duda otro aprendizaje que me dejó este curso fue el convivir y trabajar en equipo, saber moverse con una persona al lado y no dejarla atrás”.
Finalmente, el balance realizado, una vez descendido el último soldado, por el Jefe de Curso, Capitán Richard Fuentes F., “es positivo en todo sentido, profesional y personalmente, tanto de los instructores en cada cancha, con sus conocimientos, metodologías y dedicación, como de los soldados conscriptos, por su concentración, aplicación y entusiasmo en cada desafío planteado en el Curso de Asalto Vertical”. Dirección de Comunicaciones Estratégicas del Ejército.